El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por su siglas en inglés) dijo que la tormenta combina fuertes nevadas, lluvia helada y fuertes vientos e impactó el sureste y la costa del Atlántico medio antes de dirigirse a Nueva Inglaterra y al sur de Canadá.
Más de 80 millones de personas están bajo alertas climáticas, informaron medios estadounidenses.
Desde mediados del domingo, unos 235.000 clientes se habían quedado sin servicio de electricidad en el sureste, pero para el lunes por la mañana esa cifra se redujo a 190.000, según el sitio web PowerOutage.US.
En zonas a lo largo de las montañas Apalaches, la nieve podría este lunes llegar a caer a razón de 2,5 cm por hora en tanto que las gélidas condiciones podrían extenderse hasta el martes, según el NWS.
La tormenta generó tornados en el estado de Florida (sureste) e inundaciones en partes de la costa. Fríos gélidos y y poderosos vendavales se abatieron sobre las Carolinas (este) y los Apalaches.
También el transporte se vio gravemente perjudicado. Más de 3.000 vuelos dentro, hacia o desde Estados Unidos fueron cancelados el domingo, según el sitio web FlightAware, en tanto que otros 4.200 sufrieron retrasos.
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