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Adolfina Mejia
mayo 04, 2022
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Por: La Redacción
Santo Domingo.- Hoy 4 de mayo se cumplen 26 años del horrendo asesinato del niño José Rafael Llenas Aybar, hecho acontecido en 1996 que conmocionó a la sociedad dominicana y se conoce como el "Caso Llenas Aybar".
La víctima fue José Rafael Llenas Aybar, un adolescente de tan solo 12 años hijo de una familia adinerada de la capital.
José Rafael desapareció el 3 de mayo de 1996 cuando salió en compañía de su primo, Mario José Redondo a ver una exhibición de autos en una reconocida plaza comercial del Distrito Nacional, que según informes de la época visitaba asiduamente, pero nunca llego a ese lugar.
Según se determinó tras las investigaciones el menor fue engañado por su primo Mario José Redondo Llenas, de 19 años, y su amigo Juan Manuel Moliné Rodríguez, de 18, para sacarlo de su casa.
El cuerpo del menor fue encontrado sin vida en el arroyo Lebrón de la comunidad de Pedro Brand el día 4, después de una infructuosa búsqueda por parte de familiares en cuarteles, hospitales y visitar medios de comunicación, búsqueda en la que estuvo incorporado Mario José, quien tras las investigaciones de las autoridades se determinó que fue su principal verdugo.
El cuerpo de José Rafael fue encontrado por unos campesinos de la zona, envuelto en cinta adhesiva, con las manos y pies atados, a medio zambullir.
Según recuerdan sus familiares y justo para esta fecha de haber estado vivo, José Rafael hubiera cumplido 38 años de edad.
El Caso Llenas Aybar alcanzó notoriedad pública debido a la naturaleza trágica del hecho, y también, porque tanto la víctima como los implicados en el hecho provenían de una familia de clase media/alta de estrechos vínculos con magnates de los medios de comunicación.
Mario José Redondo Llenas, uno de los imputados de tomar parte en el hecho, era primo de la víctima, e incluso, familiares de la embajadora argentina de aquel entonces, Teresa Meccía de Palma, que alegadamente tuvieron participación en el incidente.
Antecedentes del hecho
La madre de la víctima dijo que su hijo la llamó mientras esta trabajaba pidiéndole permiso para salir con su primo Mario José, el cual vivía al cruzar la calle, y que lo invitó a una exhibición de motores en un supermercado local.
Dice que dio permiso al niño, con la condición de que regresara a las 5 de la tarde, ya que más tarde iban a salir.
Una hora después, Redondo Llenas llamó a su tía y le dijo que su primo quería que lo dejaran en un centro de boliche para encontrarse con unos amigos.
La víctima fue José Rafael Llenas Aybar, un adolescente de tan solo 12 años hijo de una familia adinerada de la capital.
José Rafael desapareció el 3 de mayo de 1996 cuando salió en compañía de su primo, Mario José Redondo a ver una exhibición de autos en una reconocida plaza comercial del Distrito Nacional, que según informes de la época visitaba asiduamente, pero nunca llego a ese lugar.
Según se determinó tras las investigaciones el menor fue engañado por su primo Mario José Redondo Llenas, de 19 años, y su amigo Juan Manuel Moliné Rodríguez, de 18, para sacarlo de su casa.
El cuerpo del menor fue encontrado sin vida en el arroyo Lebrón de la comunidad de Pedro Brand el día 4, después de una infructuosa búsqueda por parte de familiares en cuarteles, hospitales y visitar medios de comunicación, búsqueda en la que estuvo incorporado Mario José, quien tras las investigaciones de las autoridades se determinó que fue su principal verdugo.
El cuerpo de José Rafael fue encontrado por unos campesinos de la zona, envuelto en cinta adhesiva, con las manos y pies atados, a medio zambullir.
Según recuerdan sus familiares y justo para esta fecha de haber estado vivo, José Rafael hubiera cumplido 38 años de edad.
El Caso Llenas Aybar alcanzó notoriedad pública debido a la naturaleza trágica del hecho, y también, porque tanto la víctima como los implicados en el hecho provenían de una familia de clase media/alta de estrechos vínculos con magnates de los medios de comunicación.
Mario José Redondo Llenas, uno de los imputados de tomar parte en el hecho, era primo de la víctima, e incluso, familiares de la embajadora argentina de aquel entonces, Teresa Meccía de Palma, que alegadamente tuvieron participación en el incidente.
Antecedentes del hecho
La madre de la víctima dijo que su hijo la llamó mientras esta trabajaba pidiéndole permiso para salir con su primo Mario José, el cual vivía al cruzar la calle, y que lo invitó a una exhibición de motores en un supermercado local.
Dice que dio permiso al niño, con la condición de que regresara a las 5 de la tarde, ya que más tarde iban a salir.
Una hora después, Redondo Llenas llamó a su tía y le dijo que su primo quería que lo dejaran en un centro de boliche para encontrarse con unos amigos.
La madre dice que encontró esto extraño, pues su hijo nunca salía sin la supervisión de un adulto; así que fue al supermercado y no había exposición de motores ni tampoco lo encontró en la bolera.
Fue entonces cuando la madre del niño se comunicó con su primo Guillermo Moncada Aybar para que la ayudara a encontrar a su hijo.
Varios, versiones alrededor de la investigación y el juicio, dicen que se ocultaban los motivos exactos detrás del crimen: el número de imputados, su identidad, así como lo que ocurrió exactamente ese día.
La escena en la que se encontró el cadáver fue ocupada por las autoridades solo después de que decenas de personas se cruzaran por ella, algunas de estas personas eran oficiales pertinentes, pero muchos otros eran personas cuyas identidades no fueron confirmadas y cuyos motivos podrían haber variado desde la simple curiosidad hasta la contaminación intencional de la escena.
El valor científico de la autopsia se destruyó, ya que esta se practicó después de que el cuerpo había sido sometido a procesos funerarios. Esto causó la pérdida permanente de pruebas valiosas, incluyendo, pero no limitado, los detalles con respecto a las armas utilizadas y el número de atacantes.
Las supuestas armas homicidas jamás fueron recuperadas.
La ropa de la víctima y de los acusados se extravió en custodia de la policía, eliminando la posibilidad de cualquier investigación forense.
Redondo Llenas alegó que Teresa Meccia de Palma, la entonces embajadora argentina en República Dominicana, su esposo Luis Palma de la Calzada, y su hijo Martín Palma Meccia, estuvieron involucrados.
Varios, versiones alrededor de la investigación y el juicio, dicen que se ocultaban los motivos exactos detrás del crimen: el número de imputados, su identidad, así como lo que ocurrió exactamente ese día.
La escena en la que se encontró el cadáver fue ocupada por las autoridades solo después de que decenas de personas se cruzaran por ella, algunas de estas personas eran oficiales pertinentes, pero muchos otros eran personas cuyas identidades no fueron confirmadas y cuyos motivos podrían haber variado desde la simple curiosidad hasta la contaminación intencional de la escena.
El valor científico de la autopsia se destruyó, ya que esta se practicó después de que el cuerpo había sido sometido a procesos funerarios. Esto causó la pérdida permanente de pruebas valiosas, incluyendo, pero no limitado, los detalles con respecto a las armas utilizadas y el número de atacantes.
Las supuestas armas homicidas jamás fueron recuperadas.
La ropa de la víctima y de los acusados se extravió en custodia de la policía, eliminando la posibilidad de cualquier investigación forense.
Redondo Llenas alegó que Teresa Meccia de Palma, la entonces embajadora argentina en República Dominicana, su esposo Luis Palma de la Calzada, y su hijo Martín Palma Meccia, estuvieron involucrados.
Palma Meccia se graduó de la secundaria junto con Redondo Llenas y otro acusado amigo de este último: Juan Manuel Moliné Rodríguez.
Tanto Mario José fueron hallados culpables y condenados a 30 y 20 años respectivamente.
Moline Rodríguez fue liberado en el 2016 después de cumplir la sentencia de 20 años que le fue impuesta por el juez que llevó el caso.
Mario José Redondo Llenas sentenciado a 30 años de prisión, será liberado en el 2030, luego de cumplir su sentenciado.
Tanto Mario José fueron hallados culpables y condenados a 30 y 20 años respectivamente.
Moline Rodríguez fue liberado en el 2016 después de cumplir la sentencia de 20 años que le fue impuesta por el juez que llevó el caso.
Mario José Redondo Llenas sentenciado a 30 años de prisión, será liberado en el 2030, luego de cumplir su sentenciado.
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