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Adolfina Mejia
noviembre 22, 2022
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Junto a la psicoterapia, los medicamentos y apoyo psicosocial se puede superar el problema, pues todas las enfermedades de este tipo son tratables.
Santo Domingo, República Dominicana.- La paciencia, el afecto, la compasión y la solidaridad son parte importante en el proceso de tratamiento y recuperación de una persona afectada de algún trastorno de salud mental en el seno de la familia.
También es clave que las familias se distribuyan las responsabilidades de atención y cuidado del miembro afectado para hacer más manejable el proceso y evitar que la estructura familiar se afecte demasiado.
Esto incluye las responsabilidades económicas, pues el tratamiento es costoso, a largo plazo o de por vida.
Ángel Almánzar, médico psiquiatra y psicólogo, hizo las recomendaciones al dictar la conferencia "Salud mental y familia: el gran desafío post-pandemia" organizada por la fundación Gestión Integral de Salud y Educación de la Familia (GISEF), con motivo al Mes de la Familia.
En el diálogo, transmitido vía la plataforma Zoom, Almánzar analizó el impacto que ha tenido el Covid en la salud mental de la población y sus efectos, tanto en lo económico como en lo emocional, asegurando que la pandemia trajo consigo aversión, incertidumbre, pérdidas, traumas y dolor del que muchas personas y familias aún no logran reponerse.
Confirmó que desde inicios de la pandemia han aumentado significativamente las consultas psiquiátricas y psicológicas en trastornos de salud mental como ansiedad, depresión, estrés y trastornos del sueño, siendo las mujeres las más afectadas.
En ese sentido, resaltó que un problema de salud mental en un miembro de la familia repercute en los demás integrantes, por lo que las responsabilidades deben ser compartidas y llamó a ser pacientes y no cansarse pues son procesos largos.
De modo que si la familia no trabaja de manera coordinada cuando se presenta una condición mental o se agrava una existente por la presencia de Covid, la estructura familiar puede verse afectada, por lo que cada miembro debe conocer su rol en el hogar.
También es clave que las familias se distribuyan las responsabilidades de atención y cuidado del miembro afectado para hacer más manejable el proceso y evitar que la estructura familiar se afecte demasiado.
Esto incluye las responsabilidades económicas, pues el tratamiento es costoso, a largo plazo o de por vida.
Ángel Almánzar, médico psiquiatra y psicólogo, hizo las recomendaciones al dictar la conferencia "Salud mental y familia: el gran desafío post-pandemia" organizada por la fundación Gestión Integral de Salud y Educación de la Familia (GISEF), con motivo al Mes de la Familia.
En el diálogo, transmitido vía la plataforma Zoom, Almánzar analizó el impacto que ha tenido el Covid en la salud mental de la población y sus efectos, tanto en lo económico como en lo emocional, asegurando que la pandemia trajo consigo aversión, incertidumbre, pérdidas, traumas y dolor del que muchas personas y familias aún no logran reponerse.
Confirmó que desde inicios de la pandemia han aumentado significativamente las consultas psiquiátricas y psicológicas en trastornos de salud mental como ansiedad, depresión, estrés y trastornos del sueño, siendo las mujeres las más afectadas.
En ese sentido, resaltó que un problema de salud mental en un miembro de la familia repercute en los demás integrantes, por lo que las responsabilidades deben ser compartidas y llamó a ser pacientes y no cansarse pues son procesos largos.
De modo que si la familia no trabaja de manera coordinada cuando se presenta una condición mental o se agrava una existente por la presencia de Covid, la estructura familiar puede verse afectada, por lo que cada miembro debe conocer su rol en el hogar.
Observar
Ángel Almánzar recomendó a la familia mantener la observación permanente de sus miembros, en el propio seno del núcleo familiar, en la escuela, en el trabajo, en la comunidad, para identificar a tiempo comportamientos no habituales.
Llamó a actuar sin prejuicios, buscar ayuda profesional, ser compasivos y brindar apoyo, cuidado, protección y solidaridad al afectado de un trastorno de salud mental.
En el país, explicó, pese a las debilidades del sistema de salud, la familia puede encontrar apoyo en los hospitales, pues en la mayoría existen unidades de Salud Mental donde prestan servicios médicos psiquiatras.
Afirmó que todas las enfermedades de trastornos mentales son tratables con psicoterapia, con medicamentos farmacológicos y con apoyo familiar y psicosocial pero que se debe ser paciente, ya que es un tema permanente y de largo plazo.
Para Almánzar, los espacios recomendables para el tratamiento y recuperación de una persona afectada son el hogar y la comunidad.
Asimismo, aconsejó a los participantes de la conferencia a no discriminar y a ser incluyentes.
Mes de la Familia
Salud mental y familia: el gran desafío post-pandemia, es la séptima versión de esta iniciativa que Gisef realiza cada año en el mes de noviembre, con motivo del Mes de la Familia.
La conferencia fue moderada por la psicóloga clínica y co fundadora del Instituto Regional Psicoeducativo Resil, Sandra Fernández, voluntaria de Gisef, y tuvo como anfitriona la presidenta del Consejo Directivo de esta fundación, María Esther Fernández.
GISEF
Fundada en 2005 e incorporada por la Procuraduría General de la República en 2006, GISEF es una institución no gubernamental, sin fines de lucro, cuyo objetivo principal es elevar la calidad de vida de familias vulnerables a través de proyectos integrales en las áreas de salud y medio ambiente, educación, generación de ingresos, acceso a las tecnologías de información y recreación, para propiciar oportunidades de desarrollo de forma más justa y equitativa a cada uno de sus miembros. Más información en www.gisef.org. y en nuestras cuentas de las redes sociales Instagram y Facebook @gisefrd. Para ver el video completo de la conferencia enntra a https://youtu.be/AGZWEI0WbGs.
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