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Adolfina Mejia
octubre 10, 2023
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Por: Lucila De la Rosa Rodríguez
ldelarosa20@gmail.com
!!Dejemos la costumbre de postergar las conversaciones gratificantes.!!
No suframos la tristeza que provoca, perder la oportunidad de decir algo bonito a quienes nos importan. Comunicar una buena noticia, halagar a un ser querido, pedir disculpa, desagraviar, reconocer buenas actitudes, en fin, ser oportuno cuando queremos decir algo positivo es tan gratificante como jamás lo imaginamos.
¡Agradar, expresando lo que pensamos y sentimos, aporta formidables beneficios tanto personales como a las distintas relaciones!
Sin embargo, perdemos un precioso tiempo procrastinando las oportunidades para comunicar estos genuinos sentimientos y, lastimosamente, cuando nos decidimos a hacerlo, en muchas ocasiones nos encontramos con el amargo sabor de que ya no hay tiempo.
No hay que esperar para expresar lo que llega nuestras mentes y corazones para agradar y halagar porque estas expresiones se convierten en detalles que incentivan el amor, agradan y unen. En cambio, frenar estos sentimientos podrían traer sentimientos que lamentamos de por vida.
Es paradójico que somos tan prestos al momento de expresar trivialidades, críticas negativas, insultos y otras cuestiones que no aportan ni conducen a ningún lado y muchas veces perjudican hasta a quienes las manifiestan.
Igualmente es extraño y muy común que cuando hablamos “oportunamente” cuestiones gratificantes es porque le vamos a sacar provechos personales en perjuicio de otros, de lo contrario debemos planificar una conversación o buscar un momento indicado para opinar positivamente sobre algo o alguien.
Lo que queremos es traer a reflexión sobre la importancia de agradar y agradarnos. Es amigable, gratificante y aporta buenos resultados en términos personales comunicar cuestiones positivas, reconocer cuando las cosas se hacen bien, invitar, compartir, dar gracias por lo recibido, hablar siempre lo positivo de las experiencias laborales, sociales y familiares, en fin, todo esto trae satisfacción y buena vibra y, sobre todo, en términos personales, nos hace muy feliz.
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