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Adolfina Mejia
julio 20, 2024
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La quinta edición del premio de la crítica cinematográfica pasará a la historia del cine nacional, como un ejemplo de justicia generosa y una celebración de la industria de quienes tienen a su cargo la misión de evaluarlos
Por: José Rafael Sosa
Lo vivido la La noche del jueves 18 de julio en el Centro Cultural Banreservas con motivo de la entrega del V Premio de la Crítica de Cine 2024, es una experiencia que hay que analizar para determinar si fue un modelo de justicia y como ceremonial, fue un ejemplo. seguir
El veredicto fue justo, bien pensado e hizo justicia al destacar películas excelentes que ni siquiera fueron nominadas a otros premios. El V Premio de la Crítica amplió sus categorías (quedaría pendiente de otros premios, para incluir, por ejemplo, mejor productor, mejores efectos visuales y especiales y mejor cartel, entre otros).
Frente a un público compuesto en su mayoría por directores, actores y productores nominados, y algunos amantes del cine dominicano de calidad, lo ocurrido esa noche tuvo un especial impacto emotivo, desde el homenaje a Pericles Mejía (EPD), la certeza en los términos del único discurso oficial, el de la presidenta Dahiana Acosta, entre aplausos de quienes ganaron cada premio, de quienes no.
Una de las experiencias que deja es que una buena entrega de premios cinematográficos no tiene por qué ser larga. Fue certero en los 58 minutos que duró la asamblea, sin el tiempo posterior del brindis y el intercambio entre los participantes en el patio español del centro cultural de la entidad financiera.
La película más premiada (como sabéis) fue Cuarencena (David Maler), una comedia negra, que se llevó seis trofeos: mejor película, mejor director, mejor montaje, mejor sonido, mejor actor y banda sonora. Se plantea lo que sucedió cuando un grupo de siete amigos son invitados a un escenario, en el que surgirán verdades, golpes verbales y arrebatos que no guardarán el respeto común que se debe tener entre todos ellos. La maestra de ceremonias Nereyda Castillo surfeó apagones inesperados, incluso cuando se iba a anunciar el premio más importante, el de mejor película, que cerraría el acto, y mientras la contingencia se normalizaba, Castillo tomó las riendas, mientras jugaba creativamente con las palabras. . . Castillo, jugado con humor y expresiones adaptadas al ritmo emotivo que se hizo evidente desde el anuncio de los primeros ganadores, por un público único compuesto por actores, actrices, directores, productores y amantes del cine consagrado de calidad. El artista de la palabra desarrolló con precisión y elegancia en la palabra, gracia y sentido del humor. La suya es una de las voces femeninas más bellas del país.
Mientras tanto, en el primer piso del Centro, en la Sala de Exposiciones Ada Balcácer del Centro Cultural Banreservas, se instaló una muestra estética de alto contenido simbólico, rindiendo homenaje a las cinco producciones nominadas como mejor película, sintetizando con objetos cotidianos artísticamente instalados: La hembrita, Cuarencena, El Vendedor de Arte, El Método y Croma Kid.
El presidente de Adopresci afirmó, en un discurso centrado en el papel de la crítica:
"Cuando definimos ADOPRESCI, muchos no entienden la gestión colectiva, ni nuestra misión alejada del foco del espectáculo, ni nuestra vocación de sencillez, que nos obliga diseccionar la obra cinematográfica, discutirla, revisitarla y comentarla como en aquellos tiempos en que había quienes salían a predicar la palabra. La crítica en sí es una especie de sacerdocio, porque el ejercicio con criterio y en busca de una cualidad. El cine, necesariamente nos aleja de las tentaciones (o nos enfrentamos a ellas) y reprendemos el interés que a veces nos rodea. El cine es lo único que nos importa, es decididamente nuestra pasión. En estos cinco años hemos podido. tender puentes en nuestra joven industria, que busca profesionalizar nuestra profesión. Que se entienda que esto es un trabajo y que lo tomamos muy en serio”, gerente de cine en general y del cine dominicano (cuando es bueno) de la República Dominicana.
Igual de emotivo fue el momento en el que Marc Mejía recibió la placa en honor a su padre. Mejía levantó el plato y miró hacia arriba, indicando que estaba influenciado por su amor por el cine.
El Premio de la Crítica contó con el apoyo de Banreservas (patrocinador principal), Logomarca, Egeda Dominicana y la Dirección General de Cine, dijo Dahiana Acosta en su discurso.
Mijail Peralta, director del Centro Cultural Banreservas, dijo que la institución financiera se complace en brindar su apoyo al cine dominicano y la alianza que se ha establecido con ADOPRESCI, que desde hace tres años trabaja en exhibiciones y análisis buscando nuevas audiencias. conscientes del aumento de la calidad de la industria en el país.
Se refería a los ciclos de cine dominicano, en los que se proyectan las mejores películas del año anterior, con la moderación de los críticos de Adopresci y la concurrencia, para dialogar con el público, de directores, actores, actrices y productores.
Banreservas se ha destacado desde hace muchos años, en el auspicio del arte, el deporte y la cultura, línea que se ha profundizado bajo la gestión del licenciado Samuel Pereyra.
Pie de foto: Dahiana Acosta, presidenta de ADOPRESCI, en su discurso de apertura del V Premio de la Crítica.
El trofeo otorgado en el V Premio de la Crítica de ADOPRESCI.
Una de las instalaciones instaladas en el Centro Cultural Banreservas, en honor a las producciones nominadas a mejor película en el V Premio de la Crítica 2024.
Fidia Peralta, mejor actriz y quien protagonizó una de las actuaciones más emotivas. Fue su primer premio como actriz.
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